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Cómo darle vida a tu espacio de trabajo

Hasta hace poco tiempo en el mundo empresarial era difícil pensar en compañías que existieran y funcionaran sin estar instaladas en un espacio de trabajo fijo. Hoy, en cambio, esa idea ha cambiado bastante y es normal encontrarnos en los diferentes ecosistemas laborales con diversas modalidades de empleo, donde los trabajadores pueden ejecutar sus labores desde su casa o asistir a un coworking donde el uso del espacio depende de las necesidades temporales de cada persona.

En la actualidad nos encontramos con nuevas maneras de mirar las oficinas y con teorías que apuntan, incluso, a que los lugares de trabajo común podrían desaparecer para darle cabida a métodos de trabajo individualizados donde cada persona debe cumplir con unas responsabilidades específicas sin importar el lugar desde el que lo hagan.

Sin embargo, todavía nos encontramos en una época en la que el espacio, si bien se ha repensado, sigue siendo importante. Tendencias como open plan, donde los empleados se sientan alrededor de una mesa grande y se quiebran las jerarquías de los lugares de trabajo, han tomado bastante fuerza, pues está comprobado que pueden aportar muchísimo en cuanto a trabajo colaborativo y creación de ideas en equipo.

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Seguramente te estás preguntando ¿Qué es lo mejor para mis empleados? ¿Qué debo hacer con mi oficina? ¿Debo tener un espacio separado en cubículos donde cada uno esté concentrado o un espacio abierto donde todos trabajen en común? En este artículo te daremos algunos tips para que conviertas tu espacio de trabajo en un lugar agradable y tus empleados estén cómodos y a gusto.

Un cambio de paradigma

Según Santiago López, arquitecto de Opus, durante gran parte siglo XX e incluso hoy las construcciones diseñadas para oficinas se caracterizaron por ser espacios muy amplios, en los que la iluminación natural era escasa. Además, no seguían algunos parámetros espaciales que hoy están un poco más claros como, por ejemplo, conservar distancia entre uno y otro edificio, lo que dificultaba la ventilación natural y obligaba al uso de aire acondicionado.

Estas construcciones fueron conocidas arquitectónicamente como “edificios enfermos”, en los que por lo general las personas no estaban cómodas y después de cierto tiempo empezaban a enfermarse, a estresarse y a disminuir sus índices de productividad. Estos esquemas obedecían sobre todo a estructuras jerárquicas verticales, en las que se dictaminada que los más altos cargos tenían la posibilidad de estar cerca de las ventanas y en los mejores lugares.

Hoy este paradigma se ha roto y desde lo arquitectónico se ha impulsado un cambio en el que se promueven las relaciones horizontales a través de la disposición del espacio de las oficinas y así se propone una idea de igualdad, en la que todos los empleados, desde el gerente de la compañía hasta los cargos más bajos, tienen lugares en común. Sin embargo, la idea del espacio abierto tiene sus contradictores, pues hay personas que señalan que la privacidad y el silencio son la base de la concentración, que es vital a la hora de ejecutar ciertas acciones.

Ante este panorama, lo recomendable es tener la capacidad de leer al equipo de trabajo del que la empresa dispone y así llegar a un equilibro en el que se promuevan tanto los espacios abiertos como los privados y de concentración.

Nadie puede trabajar a oscuras

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La iluminación, sin lugar a duda, es uno de los puntos centrales para cualquier oficina y es por esto que en todas las construcciones se busca que los espacios tengan diferentes entradas de luz natural. De allí surgen todos los cambios en la concepción del espacio que se han dado en los últimos años: antes era muy común encontrarnos con espacios grandísimos en los que solo quienes estaban cerca a las ventanas podían disfrutar de la luz natural. Ahora, espacios de trabajo reducidos permiten que todos los empleados estén en igualdad de condiciones.

Si definitivamente tu oficina no tiene buenas entradas de luz natural, puedes tratar de suplirla de la manera adecuada. Durante muchos años se ha pensado que las luces ideales para las oficinas son las blancas, sin embargo estás generan estrés y ansiedad en las personas, por lo que se recomienda un luz cálida acompañada de una buena selección de colores en el resto de la oficina.

Los colores

Dentro de nuestros colores favoritos suelen estar el rojo, el azul, el fucsia, el amarillo… pero. ¿qué tan acertado es usar este tipo de colores en nuestros espacios de trabajo. Según Santiago López, este tema esta estrictamente relacionado con la psicología del color y lo ideal es tener colores neutros y cálidos como el café, el ocre, el madera, el blanco, amarillos y se debe evitar el rojo, el azul  y el morado, porque cansan mucho y hacen sentir incómodas a las personas.

Los materiales

Cuando una persona está de visita en una ciudad es fácil reconocer cuáles son los edificios de oficinas pues hay un material que prevalece sobre todos los otros: el vidrio. Esto se da, precisamente, por las posibilidades de iluminación que este puede otorgar y para explotar otro elemento estimulante como lo es la apreciación del paisaje.

Además del vidrio es recomendable que en cualquier oficina los materiales sean duros y resistentes para soportar el trajín del día a día. En los últimos años se ha empezado a usar el concreto vaciado en pisos y este le da personalidad y armonía a los espacios.

El mobiliario

Cuando trabajamos en una oficina, generalmente pasamos muchas horas sentados y por eso las sillas ocupan un papel preponderante dentro de los espacios de trabajo. Estas deben ser ergonómicas y permitir movilidad. También es recomendable usar escritorios y mesas de madera, pues estos nos ayudan a simular la naturaleza, al igual que muchas plantas. Mientras más verde haya en tu oficina, más equilibrio vas a encontrar para trabajar.

Qué hacer cuando no tengo el espacio adecuado para trabajar

Como ya lo dijimos, en el mundo de hoy abundan las posibilidades: bibliotecas, coworking, cafés. Sin embargo no hay nada como tener un espacio propio, en el que tú y tus empleados se sientan como en casa.

Si sientes que el espacio no es el adecuado y que no tienes el dinero suficiente para invertir en oficinas, aprópiate de ese espacio y haz que sea agradable. Aquí van algunas recomendaciones.

Tips para tener un espacio de trabajo agradable:

  • Normalmente cada empleado debe tener 3.5 metros cuadrados para desarrollar bien su trabajo sin sentirse saturado. Intenta brindarte ese espacio y brindárselo a tus empleados.
  • El primer tema que atacar siempre será el ingreso de luz. Busca la manera de remodelar tu espacio para que las entradas de luz sean las adecuadas.  
  • Hay materiales y colores que hacen ver el espacio más pequeño. Trata de utilizar colores claros para que el espacio se vea más amplio. Pinta las paredes blancas y los techos, si no hay dineros para hacerlos en madera pintalos color ocre o café claro para simularla.  
  • No ahorres espacio en las zonas comunes. La cocina y los baños son importante, pues es allí a donde llegamos en los momentos de descanso.
  • Las plantas nos ponen en armonía con el mundo, en lo posible debes hacer de tu oficina un lugar verde. 
  • Toda empresa que quiera ver felices a los empleados debe tener un mobiliario más allá del obligatorio. Sillas para descansar, puffs, juegos de mesa, futbolito, videojuegos y espacios de descanso.