Si bien es cierto que las buenas ideas siempre encuentran la manera de materializarse, también es cierto que el acceso a la financiación para las startup o los proyectos que están en fase de consolidación puede ser restringida. El sector financiero no tiene las herramientas para asumir el riesgo de otorgar un préstamo para una idea que podría fracasar antes de llegar al mercado o a negocios en etapas tempranas que no tienen garantías para respaldar los recursos. Por otro lado, los fondos de inversión buscan empresas más consolidadas con un menor riesgo y una trayectoria medible en el tiempo.
Es aquí donde entran a jugar los ángeles inversionistas. En su gran mayoría empresarios exitosos, estas personas buscan aportar recursos a nuevos proyectos, no solamente en busca de un retorno sino también por el disfrute mismo de compartir y apadrinar a otros emprendedores que están al inicio del camino. Es por esto que generalmente buscan una participación activa en la toma de decisiones de las empresas en las que invierten, bien sea desde un asiento en la Junta Directiva o como consultor, y su aporte no se queda en lo netamente económico.
El ángel pone a disposición su experiencia, conocimiento y red de contactos, activos infinitamente importantes para quien está creando empresa desde cero, y a cambio esperan una tasa de retorno superior a la de otros activos alternativos de inversión, superando en algunos casos el 30% – 40%.
Entonces, ¿qué buscan estos mecenas del Siglo XXI al momento de escoger un proyecto para apoyar? Antes que una gran idea, buscan un gran equipo de trabajo, conformado por personas de diferentes contextos, formaciones y conocimientos y que entre todos sumen algo de experiencia en la creación de empresas y conocimiento del sector al que pretenden entrar.
Adicionalmente, quien sea ángel inversionista sabe que sus inversiones pueden ser altamente exitosas o fracasar de manera contundente. De hecho, se calcula que, a nivel mundial, cerca de ⅓ de las inversiones de esta naturaleza generan pérdidas y es por esto que los ángeles deben ser selectivos con las ideas que apoyan. Se calcula que estos ángeles invierten en apenas un 3% de las iniciativas que les presentan, y de ahí la importancia de llegar con un plan claro para generar valor en el mediano y el largo plazo.
Si bien es cierto que las buenas ideas siempre encuentran la manera de materializarse, también es cierto que el acceso a la financiación para las startup o los proyectos que están en fase de consolidación puede ser restringida. El sector financiero no tiene las herramientas para asumir el riesgo de otorgar un préstamo para una idea que podría fracasar antes de llegar al mercado o a negocios en etapas tempranas que no tienen garantías para respaldar los recursos. Por otro lado, los fondos de inversión buscan empresas más consolidadas con un menor riesgo y una trayectoria medible en el tiempo.
Es aquí donde entran a jugar los ángeles inversionistas. En su gran mayoría empresarios exitosos, estas personas buscan aportar recursos a nuevos proyectos, no solamente en busca de un retorno sino también por el disfrute mismo de compartir y apadrinar a otros emprendedores que están al inicio del camino. Es por esto que generalmente buscan una participación activa en la toma de decisiones de las empresas en las que invierten, bien sea desde un asiento en la Junta Directiva o como consultor, y su aporte no se queda en lo netamente económico.
El ángel pone a disposición su experiencia, conocimiento y red de contactos, activos infinitamente importantes para quien está creando empresa desde cero, y a cambio esperan una tasa de retorno superior a la de otros activos alternativos de inversión, superando en algunos casos el 30% – 40%.
Entonces, ¿qué buscan estos mecenas del Siglo XXI al momento de escoger un proyecto para apoyar? Antes que una gran idea, buscan un gran equipo de trabajo, conformado por personas de diferentes contextos, formaciones y conocimientos y que entre todos sumen algo de experiencia en la creación de empresas y conocimiento del sector al que pretenden entrar.
Adicionalmente, quien sea ángel inversionista sabe que sus inversiones pueden ser altamente exitosas o fracasar de manera contundente. De hecho, se calcula que, a nivel mundial, cerca de ⅓ de las inversiones de esta naturaleza generan pérdidas y es por esto que los ángeles deben ser selectivos con las ideas que apoyan. Se calcula que estos ángeles invierten en apenas un 3% de las iniciativas que les presentan, y de ahí la importancia de llegar con un plan claro para generar valor en el mediano y el largo plazo.
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