Así empieza la historia de Meraki Holding y Nayibe, la empresaria que cumple su sueño de negocio gracias al crédito digital.
La empresa que hace un año y medio estaba nadando en deudas con varias entidades y proveedores locales. Sin conocer muchos detalles del anterior dueño de la compañía, bastó con escuchar a su actual líder Nayibe Ducuara, abogada de profesión y generadora de oportunidades de empleo y vida. Hoy, la tolimense ha impactado a más 50 familias, y a una población que lleva muchos años en el olvido laboral: las personas de la tercera edad.
Nayibe empieza una vida en los negocios hace más o menos 4 años. Buscando una forma de hacer lo que le sabe: ejercer el derecho; y también su pasión por la creatividad: los zapatos. Entre vestidos, fiestas de 15 y los gajes de mamá de una adolescente, fue suficiente para darle vida a su primera empresa: creación de zapatos para niños entre 13-15 años. Y es que en su trabajo diario de ser mamá y abogada, estuvo muchos días, con pocas horas disponibles, buscando los zapatos perfectos para que su hija (que no era una niña, pero tampoco una adulta) pudiera tener unos zapatos ‘tacones’ justos a su medida, con los que pudiera estar toda la noche sin dolor y cansancio.
Fue así que un día tomó uno de los periódicos más importantes del país para buscar en la sección de clasificados un zapatero que pudiera ayudarle con la materialización de sus ideas. Así llegó su “Ángel” una persona con la que todavía tiene un vínculo laboral y emocional “él es la persona en la que más confío para tomar decisiones, es quien me habla al oído, es como un papá en la compañía”, él le aseguró que esa idea inocente que tenía se podría convertir en un gran negocio.
Para su primera idea de negocio, se asoció con una amiga, quien creyó sería el complemento perfecto para llevar la empresa. Luego de tener un crecimiento importante y ver que su idea iba cogiendo fuerza y cuerpo, empezó a notar que no como equipo no estaban teniendo la dedicación en tiempo y trabajo que se requería, así que luego de meditarlo con la almohada, decidió sacrificar su negocio y retomar el derecho.
Pasado un tiempo, llegó a su vida una oportunidad de retarse y demostrar que sí es capaz de tener un negocio rentable a largo plazo. Es por esto, que en su trabajo como consultora/abogada de franquicias llega a Meraki Holding, una empresa que hablar de sus deudas era el día a día en sus reuniones. Este escenario se veía difícil, esto fue lo que más le llamó la atención a Nayibe, quien vio en esta compañía una forma de demostrarse que podía impactar más de lo que ella creía.
Decidió hablar con la que en ese entonces era la dueña, con quien negoció la compra de la compañía y se propuso sacarla de la quiebra. Con esta empresa ella buscaba generar más empleo en la ciudad, de la mano con su propósito de darle una nueva oportunidad laboral a las personas “olvidadas”, las de la tercera edad. Desde que tuvo esa idea en su cabeza solo recibió comentarios negativos, y precisamente esas mismas palabras fueron las que más recargaban su coraje y ganas de seguir con el proceso. Nayibe se tomó la tarea de llamar muchos bancos tradicionales, entre ellos el banco con el que tenía varios productos, para solicitar un préstamo que le ayudara a saldar las deudas que la compañía tenía “como fue de esperarse ninguno me quiso dar la mano, todos me dijeron que esta empresa no tenía futuro, que era mucho riesgo”.
Luego de varios intentos y perdiendo la motivación rápidamente, un día llegó a un evento en Medellín, y conoció la existencia de Sempli, sin pensarlo dos veces se acercó a la persona que allí estaba dando información sobre crédito digital y le contó su caso, en pocos minutos ya estaba completando el formulario de solicitud par obtener su préstamo. Esta empresaria sintió desde el primer instante que estaba siendo escuchada, y que además creían en su sueño de hacer empresa. “lo que más me impactó es que cuando llegué a Sempli vi como una luz en ese camino oscuro de ser empresario. Creyeron en el futuro de mi empresa, eso nunca lo recibí de la banca tradicional”.
Ella, junto con su equipo administrativo realizó todo el proceso de envío de documentación y entrevista, y a los pocos días contó con el desembolso en su cuenta bancaria. “Sempli fue el único que creyó en mí y mi sueño, me acompañaron en el proceso de crecer, eso no lo voy a olvidar nunca, esa es una de las razones por las que le tengo tanto cariño, y aquí sigo”.
Gracias a los crédito digital que Nayibe ha tenido con Sempli pasó de tener 3 empleados a 25; y a contar con más de 5 puntos de servicios en Cali y Bogotá: Heel Quick, Sew Quick y La Puntada, un proyecto social junto con la ONU (Organización de las Naciones Unidas), con maquinarias propias. Y lo más importante para ella, continuar con el impacto social al darle una nueva oportunidad de vida laboral a las personas de la tercera edad gracias al crédito digital.
Así empieza la historia de Meraki Holding y Nayibe, la empresaria que cumple su sueño de negocio gracias al crédito digital.
La empresa que hace un año y medio estaba nadando en deudas con varias entidades y proveedores locales. Sin conocer muchos detalles del anterior dueño de la compañía, bastó con escuchar a su actual líder Nayibe Ducuara, abogada de profesión y generadora de oportunidades de empleo y vida. Hoy, la tolimense ha impactado a más 50 familias, y a una población que lleva muchos años en el olvido laboral: las personas de la tercera edad.
Nayibe empieza una vida en los negocios hace más o menos 4 años. Buscando una forma de hacer lo que le sabe: ejercer el derecho; y también su pasión por la creatividad: los zapatos. Entre vestidos, fiestas de 15 y los gajes de mamá de una adolescente, fue suficiente para darle vida a su primera empresa: creación de zapatos para niños entre 13-15 años. Y es que en su trabajo diario de ser mamá y abogada, estuvo muchos días, con pocas horas disponibles, buscando los zapatos perfectos para que su hija (que no era una niña, pero tampoco una adulta) pudiera tener unos zapatos ‘tacones’ justos a su medida, con los que pudiera estar toda la noche sin dolor y cansancio.
Fue así que un día tomó uno de los periódicos más importantes del país para buscar en la sección de clasificados un zapatero que pudiera ayudarle con la materialización de sus ideas. Así llegó su “Ángel” una persona con la que todavía tiene un vínculo laboral y emocional “él es la persona en la que más confío para tomar decisiones, es quien me habla al oído, es como un papá en la compañía”, él le aseguró que esa idea inocente que tenía se podría convertir en un gran negocio.
Para su primera idea de negocio, se asoció con una amiga, quien creyó sería el complemento perfecto para llevar la empresa. Luego de tener un crecimiento importante y ver que su idea iba cogiendo fuerza y cuerpo, empezó a notar que no como equipo no estaban teniendo la dedicación en tiempo y trabajo que se requería, así que luego de meditarlo con la almohada, decidió sacrificar su negocio y retomar el derecho.
Pasado un tiempo, llegó a su vida una oportunidad de retarse y demostrar que sí es capaz de tener un negocio rentable a largo plazo. Es por esto, que en su trabajo como consultora/abogada de franquicias llega a Meraki Holding, una empresa que hablar de sus deudas era el día a día en sus reuniones. Este escenario se veía difícil, esto fue lo que más le llamó la atención a Nayibe, quien vio en esta compañía una forma de demostrarse que podía impactar más de lo que ella creía.
Decidió hablar con la que en ese entonces era la dueña, con quien negoció la compra de la compañía y se propuso sacarla de la quiebra. Con esta empresa ella buscaba generar más empleo en la ciudad, de la mano con su propósito de darle una nueva oportunidad laboral a las personas “olvidadas”, las de la tercera edad. Desde que tuvo esa idea en su cabeza solo recibió comentarios negativos, y precisamente esas mismas palabras fueron las que más recargaban su coraje y ganas de seguir con el proceso. Nayibe se tomó la tarea de llamar muchos bancos tradicionales, entre ellos el banco con el que tenía varios productos, para solicitar un préstamo que le ayudara a saldar las deudas que la compañía tenía “como fue de esperarse ninguno me quiso dar la mano, todos me dijeron que esta empresa no tenía futuro, que era mucho riesgo”.
Luego de varios intentos y perdiendo la motivación rápidamente, un día llegó a un evento en Medellín, y conoció la existencia de Sempli, sin pensarlo dos veces se acercó a la persona que allí estaba dando información sobre crédito digital y le contó su caso, en pocos minutos ya estaba completando el formulario de solicitud par obtener su préstamo. Esta empresaria sintió desde el primer instante que estaba siendo escuchada, y que además creían en su sueño de hacer empresa. “lo que más me impactó es que cuando llegué a Sempli vi como una luz en ese camino oscuro de ser empresario. Creyeron en el futuro de mi empresa, eso nunca lo recibí de la banca tradicional”.
Ella, junto con su equipo administrativo realizó todo el proceso de envío de documentación y entrevista, y a los pocos días contó con el desembolso en su cuenta bancaria. “Sempli fue el único que creyó en mí y mi sueño, me acompañaron en el proceso de crecer, eso no lo voy a olvidar nunca, esa es una de las razones por las que le tengo tanto cariño, y aquí sigo”.
Gracias a los crédito digital que Nayibe ha tenido con Sempli pasó de tener 3 empleados a 25; y a contar con más de 5 puntos de servicios en Cali y Bogotá: Heel Quick, Sew Quick y La Puntada, un proyecto social junto con la ONU (Organización de las Naciones Unidas), con maquinarias propias. Y lo más importante para ella, continuar con el impacto social al darle una nueva oportunidad de vida laboral a las personas de la tercera edad gracias al crédito digital.
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