¿Es frecuente que te levantes, vayas a la oficina para trabajar y, cuando estés frente a tu computador, te des cuenta que tienes muchísimas cosas por hacer pero no sabes por dónde empezar? Si esto te pasa es necesario crear una agenda de trabajo específica que te permita manejar tus propios tiempos y luego vincularlos con éxito a los de tu equipo de trabajo para así alcanzar buenos índices de productividad sin acumular cansancio y estrés.
Los tres elementos más importantes para organizar tu agenda de manera clara son los horarios, los calendarios y la gestión del tiempo, pues los tres contribuyen de manera efectiva a contrarrestar la pérdida de tiempo que a su vez genera pérdidas económicas para las empresas.
Es común que en los entornos laborales haya muchísimas distracciones en las que la mayoría de los trabajadores admiten perder tiempo como las redes sociales, Internet, etc. Sin embargo, esos desvíos momentáneos de la atención no son la causa estructural del problema, sino la ausencia de una agenda concreta que promueva una buena gestión del tiempo y de las tareas generando que los trabajadores no sean realmente productivos.
Pero, ¿cómo aprovechar el tiempo y sacarle la máxima productividad? Un horario y una agenda podrían ayudarte a crear un equilibrio entre tu trabajo y tu vida personal y eso tiene unos resultados positivos para la salud mental y física de cualquier persona.
¿Qué beneficios trae un mejor control de la agenda? Estos son algunos:
Aumento de la productividad
Los altos gerentes y empresarios del mundo tienen en común todos sus éxitos y la capacidad con la que alcanzan logros en sus respectivos campos. Esto básicamente se debe a un trabajo diario a través de planes que ayudan a enfrentar uno de los grandes obstáculos de los trabajadores: la falta de enfoque, puesto que cuando se cambia constantemente de una tarea a otra se presentan muchos problemas. Si bien es importante que todo empleado sea flexible frente a las nuevas tareas, es vital que se cree un protocolo que permita horarios en los que cada uno pueda estar enfocado en actividades específicas. Por ejemplo, está demostrado que mantener bloques de trabajo de 90 minutos aumenta la productividad y esta, bien planeada en una agenda, puede contribuir a aumentar el valor como empleados.
Promueve el trabajo en equipo
Uno de los grandes valores en un contexto laboral es saber trabajar en equipo, pues en este momento de la historia donde la tecnología ha abierto la posibilidad de que ejecutemos nuestras funciones desde cualquier lugar, no es tan importante confluir en un espacio, sino realizar bien lo que se pide. Esto, sin embargo, no elimina la necesidad que tienen las empresas de que sus empleados trabajen en equipo y por eso hay dos valores importantísimos para lograrlo: respeto mutuo y acceso compartido a la información. Así, cada quien sabrá que es dueño de su tiempo, pero que a la vez debe pensar en el tiempo de sus compañeros para pactar reuniones y establecer diálogos que le permitan llegar a acuerdos sobre las franjas horarias disponibles para el trabajo común. Un grupo de personas con horarios bien gestionados supone un equipo preparado para asumir retos.
Controla el trabajo externo a la empresa
Casi un treinta por ciento de los millennials reconocen tener un trabajo principal y a la vez realizar otros trabajos para acceder a otras habilidades y posibilidades económicas. Esto si bien puede beneficiar a la persona en estos aspectos, también puede poner en riesgo el trabajo principal y estamos seguros de que no es esto lo que las personas quieren. Por eso es necesario ser consciente de que trabajar de esa manera exige preparación para el manejo del tiempo y de las emociones, ya que puede afectar el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada y, por ende, afectar la salud mental, por lo que no valdría la pena. En este sentido un manejo claro e inteligente de los horarios y la agenda puede ahorrar muchísimos inconvenientes.
Brinda tiempo de evaluación personal
La mejor manera de organizar un horario es detenerse un poco para evaluar cuáles son las tareas a realizar. Poco a poco lo hemos olvidado, pero no hay nada más efectivo que evaluar cuáles son los tiempos y las tareas obligadas para el tiempo disponible y empezar a crear listas que te ubiquen sobre cómo las vas a realizar. El establecimiento de metas y objetivos a futuro siempre es importante porque te permitirán evaluarte en la escala de tus sueños. Poner en común lo laboral con lo personal, te ayudará a motivarte y a entender el porqué de tu trabajo.
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Los tres elementos más importantes para organizar tu agenda de manera clara son los horarios, los calendarios y la gestión del tiempo, pues los tres contribuyen de manera efectiva a contrarrestar la pérdida de tiempo que a su vez genera pérdidas económicas para las empresas.
Es común que en los entornos laborales haya muchísimas distracciones en las que la mayoría de los trabajadores admiten perder tiempo como las redes sociales, Internet, etc. Sin embargo, esos desvíos momentáneos de la atención no son la causa estructural del problema, sino la ausencia de una agenda concreta que promueva una buena gestión del tiempo y de las tareas generando que los trabajadores no sean realmente productivos.
Pero, ¿cómo aprovechar el tiempo y sacarle la máxima productividad? Un horario y una agenda podrían ayudarte a crear un equilibrio entre tu trabajo y tu vida personal y eso tiene unos resultados positivos para la salud mental y física de cualquier persona.
¿Qué beneficios trae un mejor control de la agenda? Estos son algunos:
Aumento de la productividad
Los altos gerentes y empresarios del mundo tienen en común todos sus éxitos y la capacidad con la que alcanzan logros en sus respectivos campos. Esto básicamente se debe a un trabajo diario a través de planes que ayudan a enfrentar uno de los grandes obstáculos de los trabajadores: la falta de enfoque, puesto que cuando se cambia constantemente de una tarea a otra se presentan muchos problemas. Si bien es importante que todo empleado sea flexible frente a las nuevas tareas, es vital que se cree un protocolo que permita horarios en los que cada uno pueda estar enfocado en actividades específicas. Por ejemplo, está demostrado que mantener bloques de trabajo de 90 minutos aumenta la productividad y esta, bien planeada en una agenda, puede contribuir a aumentar el valor como empleados.
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Uno de los grandes valores en un contexto laboral es saber trabajar en equipo, pues en este momento de la historia donde la tecnología ha abierto la posibilidad de que ejecutemos nuestras funciones desde cualquier lugar, no es tan importante confluir en un espacio, sino realizar bien lo que se pide. Esto, sin embargo, no elimina la necesidad que tienen las empresas de que sus empleados trabajen en equipo y por eso hay dos valores importantísimos para lograrlo: respeto mutuo y acceso compartido a la información. Así, cada quien sabrá que es dueño de su tiempo, pero que a la vez debe pensar en el tiempo de sus compañeros para pactar reuniones y establecer diálogos que le permitan llegar a acuerdos sobre las franjas horarias disponibles para el trabajo común. Un grupo de personas con horarios bien gestionados supone un equipo preparado para asumir retos.
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Casi un treinta por ciento de los millennials reconocen tener un trabajo principal y a la vez realizar otros trabajos para acceder a otras habilidades y posibilidades económicas. Esto si bien puede beneficiar a la persona en estos aspectos, también puede poner en riesgo el trabajo principal y estamos seguros de que no es esto lo que las personas quieren. Por eso es necesario ser consciente de que trabajar de esa manera exige preparación para el manejo del tiempo y de las emociones, ya que puede afectar el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada y, por ende, afectar la salud mental, por lo que no valdría la pena. En este sentido un manejo claro e inteligente de los horarios y la agenda puede ahorrar muchísimos inconvenientes.
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La mejor manera de organizar un horario es detenerse un poco para evaluar cuáles son las tareas a realizar. Poco a poco lo hemos olvidado, pero no hay nada más efectivo que evaluar cuáles son los tiempos y las tareas obligadas para el tiempo disponible y empezar a crear listas que te ubiquen sobre cómo las vas a realizar. El establecimiento de metas y objetivos a futuro siempre es importante porque te permitirán evaluarte en la escala de tus sueños. Poner en común lo laboral con lo personal, te ayudará a motivarte y a entender el porqué de tu trabajo.
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