El endeudamiento empresarial es la forma más básica de saber cuánto dinero puedes solicitar (y que no te rechacen el crédito) es una ecuación simple: los ingresos de tu empresa, menos los costos y los gastos operacionales. Esta es conocida como ‘margen operacional‘ y, si lo tienes claro, ya sabes un gran porcentaje de lo que debes saber en cuanto a tu capacidad de endeudamiento.
Sin embargo, las cosas no son así de fáciles, y hay otras variables que debes tener en cuenta a la hora de responderte “¿cuánto se puede ser el endeudamiento empresarial de mi empresa?”
Aquí te contamos cinco:
1- Performance:
Lo primero que debes cuidar es el performance de tu empresa, que tenga una generación interna de fondos suficiente para pagar el crédito, que sus márgenes operacionales estén por encima del costo total de la deuda, que los resultados financieros sean lo suficientemente organizados y que los pagos de impuestos estén al día.
2- Responsable de solicitud de crédito:
Debes verificar que quien está solicitando el crédito (normalmente el gerente o representante legal) tenga la capacidad legal para hacerlo, porque así consta en los estatutos de la empresa.
3- Historia crediticia:
Ten cuidado con que la historia crediticia de tu empresa sea sana; es fundamental pagar a tiempo las obligaciones financieras para que tu scoring no sea negativo en las centrales de riesgo. Pero recuerda que no solamente son obligaciones de crédito, también se cuentan las obligaciones con la Dian, con el Sistema de Seguridad social, etc.
4- Garantías de respaldo para el endeudamiento empresarial:
Es más fácil que te den un préstamo si tienes algunas garantías que puedan respaldar una eventual falta de pago del crédito. Por ejemplo: firmas de pagarés con carta de instrucciones en blanco de los socios principales o de la misma sociedad o, en caso de que se esté prestando para activos operativos, aportarlos como garantía. Si tus clientes son empresas con solidez financiera, podrías también como garantía aportar los contratos, facturas o incluso crear mecanismos más estructurados como la configuración de fuente de pago idónea.
5- Plan de pagos:
Calcula el plazo en el que puedes pagar el préstamo que estás pidiendo, según los ingresos que tenga tu empresa. No es lo mismo pedir un crédito a tres meses que a tres años, y la selección del plazo depende del tipo de crédito que quieras pedir: corto plazo si es para capital de trabajo, y medio-largo plazo si es para activos operativos.
El endeudamiento empresarial es la forma más básica de saber cuánto dinero puedes solicitar (y que no te rechacen el crédito) es una ecuación simple: los ingresos de tu empresa, menos los costos y los gastos operacionales. Esta es conocida como ‘margen operacional‘ y, si lo tienes claro, ya sabes un gran porcentaje de lo que debes saber en cuanto a tu capacidad de endeudamiento.
Sin embargo, las cosas no son así de fáciles, y hay otras variables que debes tener en cuenta a la hora de responderte “¿cuánto se puede ser el endeudamiento empresarial de mi empresa?”
Aquí te contamos cinco:
1- Performance:
Lo primero que debes cuidar es el performance de tu empresa, que tenga una generación interna de fondos suficiente para pagar el crédito, que sus márgenes operacionales estén por encima del costo total de la deuda, que los resultados financieros sean lo suficientemente organizados y que los pagos de impuestos estén al día.
2- Responsable de solicitud de crédito:
Debes verificar que quien está solicitando el crédito (normalmente el gerente o representante legal) tenga la capacidad legal para hacerlo, porque así consta en los estatutos de la empresa.
3- Historia crediticia:
Ten cuidado con que la historia crediticia de tu empresa sea sana; es fundamental pagar a tiempo las obligaciones financieras para que tu scoring no sea negativo en las centrales de riesgo. Pero recuerda que no solamente son obligaciones de crédito, también se cuentan las obligaciones con la Dian, con el Sistema de Seguridad social, etc.
4- Garantías de respaldo para el endeudamiento empresarial:
Es más fácil que te den un préstamo si tienes algunas garantías que puedan respaldar una eventual falta de pago del crédito. Por ejemplo: firmas de pagarés con carta de instrucciones en blanco de los socios principales o de la misma sociedad o, en caso de que se esté prestando para activos operativos, aportarlos como garantía. Si tus clientes son empresas con solidez financiera, podrías también como garantía aportar los contratos, facturas o incluso crear mecanismos más estructurados como la configuración de fuente de pago idónea.
5- Plan de pagos:
Calcula el plazo en el que puedes pagar el préstamo que estás pidiendo, según los ingresos que tenga tu empresa. No es lo mismo pedir un crédito a tres meses que a tres años, y la selección del plazo depende del tipo de crédito que quieras pedir: corto plazo si es para capital de trabajo, y medio-largo plazo si es para activos operativos.
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